Diseños inspirados en las leyendas de los Pueblos Originarios. Ilustraciones propias.

Colección Los vigías del norte, inspirada en la leyenda de los Cardones.

Colección Los vigías del norte.

Diseños ilustrados inspirados en la leyenda de los Cardones.


Cada producto Assunta design lleva una estampa con una historia única y el respeto por nuestras raíces culturales.

Cada artículo conecta y transmite una herencia cultural a través de las imágenes en cada estampa hecha a mano, inspirada en la leyenda de los pueblos originarios. Historias vivas transmitidas de generación en generación.


Los cardones que se alzan en las laderas de los cerros eran fieles custodios de las antiguas rutas del Imperio Incaico y del mágico Valle Encantado. 

Resguardando los vestigios de un rico pasado, cuentan las leyendas que estos altos cardones son indígenas centinelas de los valles y montañas, vigías ante la presencia de extraños.

Cuenta la leyenda que los cardones que hay en los valles son indios; que convertidos en plantas, aún vigilan los valles y los cerros. 

Ellos velan por la felicidad de sus habitantes que nunca más serán perturbados por extraños en conquista de tierras.


En épocas de la conquista, el Inca, al ver que los españoles estaban dominando y martirizando a su pueblo, envió emisarios a los cuatro puntos del imperio para organizar las tropas y así dar un golpe mortal al invasor.

Los guerreros se apostaron en puntos claves por donde pasarían los conquistadores, esperando la orden de atacarlos por sorpresa. Pero esta orden nunca llegó pues los chasquis enviados (correos) fueron interceptados en el camino y el Inca fue capturado, torturado y muerto. 

Los valientes indios esperaron y esperaron... y desorbitados vieron pasar las tropas europeas sin recibir la orden de atacar. 

Pasó el tiempo... desolados, quedaron en sus puestos.

Por ello la Pachamama, apiadándose de ellos los fue adormeciendo y los hizo parte de ella. Así comenzaron a unirse sus pies a la greda y la Madre Tierra los cubrió de espinas para evitar que los dañaran en su sueño.

Se dice que aún hoy estos estoicos vigías esperan la orden que nunca llegará.


Mi carrito